Salvo por el “aspecto estético” que es muy personal y de ahí el refrán de “sobre gustos no hay nada escrito”, a mi no me parece nada repudiable.
Basándome en las explicaciones del video, me parece una buena obra.
La realidad es que en este lugar (en Suiza) la montaña adquiere unas dimensiones extraordinarias que, junto con lo avanzado del país se traduce en “soluciones” de este tipo.
Quizá en otros lugares donde la afluencia de personal a practicar deportes de montaña es tanto ó más numerosa, no dispongan de recursos económicos ni estructura que pueda proyectar estos refugios.
Probablemente en montañas caucásicas, andinas o nepalíes, no tengan “dinero”, interés social, conciencia sobre contaminación ambiental ó lo que es peor: necesidad, como para pensar en estos lujos.
De hecho, todavía se cubre bajo el manto de la “idoneidad de los nativos para la ascensión a altas cumbres” la esclavitud. Pues por 2 pesetas y unas botas viejas, hacen lo que en Europa hacen las empresas de turismo a unos precios muy superiores.
Consideraciones a parte, la realidad es que si “queremos ir a la montaña” y tener un refugio digno donde alojarnos ó ser atendidos en caso de necesidad, hay que construirlo y si como dicen, la gestión energética, la gestión de residuos, la construcción y otros aspectos, se ha basado en la autogestión limpia ¿Qué más se puede pedir?
Comparado con los refugios de Picos (Vega de Ario, Cabaña verónica, etc.) “no hay color”, me quedo con el suizo. Aquí han demostrado que se interesan por el bienestar.
Otro tema es la gestión “vamos a llamarla post-venta”. Si no lo atienden como servicio público y lo dedican a ser una maquina de sacar el dinero a los usuarios……………… vamos mal.
Pero por lo que he podido comprobar en Suiza, no creo que esto ocurra, más bien estas situaciones suelen ocurrir en países como España, donde colocan a un personal, normalmente funcionarios y si alguno de los que me lee es funcionario, que no se dé por aludido, salvo que sea un vago, déspota, o poco responsable con su trabajo.
Muchas veces ocurre que quien está al cargo de estas instalaciones olvida que no son de su propiedad y acaba creyendo que los que las utilizan son “carteras andantes” a las que sacar el dinero a cambio de una mala cara y un pésimo servicio. Por supuesto que hay excepciones y cada vez estas actitudes son menos frecuentes, pero todavía cuesta erradicarlas.
A mí me parece muy buena idea, fea, pero buena. No quiero olvidar que quien lo ha diseñado poseerá muchos más conocimientos que yo, en lo que a arquitectura y diseño se refiere, por lo que creo que ha de ser aceptado en su totalidad.
P.D. Joder Rubén, aquí me tienes otra vez “discrepando” contigo. Que conste que no es por “joder”.