Autor Tema: Valle de Pineda y Pozo Curavacas desde Vidrieros (Palencia)  (Leído 3115 veces)

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Valle de Pineda y Pozo Curavacas desde Vidrieros (Palencia)
« en: 14 de Octubre de 2012, 20:56:39 pm »


Salimos de Velilla del Río Carrión o de Cervera de Pisuerga por la Carretera L-210 hasta Triollo, desde donde una carretera local nos lleva a Vidrieros. Desde el mismo pueblo una pista remonta el valle de Pineda siguiendo el curso del Río Carrión. Los primeros kilómetros caminamos en dirección este, dejando el río a nuestra derecha. Al final de dicho tramo, cruzamos el río por el Puente Pucherín. A partir de aquí el valle cambia de orientación y la pista asciende levemente en dirección norte hasta Santa Marina, donde el Carrión recibe las aguas del arroyo de Arauz.

De nuevo el valle cambia de dirección. Tras vadear por dos veces el río, caminamos ahora hacia el noroeste por los llanos de la Vega de Correcaballos, alejándonos del cauce. Volveremos a acercarnos al río en el Estrecho, donde el valle se encoge entre las laderas del Lezna (2.206) y el Curavacas (2.524). Al final de la explanada de Vega los Cantos, el Carrión recibe por nuestra izquierda al arroyo del Ves, cuyas aguas se precipitan por la pendiente en una multitud de cascadas. Son las escaleras del Ves. Un sendero asciende junto por la orilla del arroyo entre las cascadas hasta el mismo pozo de Curavacas. También podemos llegar continuando por la pista, que cruzan algo mas arriba del río Carrión, al que dejamos trepando ya en busca de sus fuentes.

Distancia aproximada: 20 Km. (ida). Desnivel: 500 metros. Duración: 11-12 horas (ida y vuelta). Época: todo el año. En invierno, las adversas condiciones meteorológicas exigen mayor preparación y precaución.

Quienes decidan hacer este itinerario a pie, deben saber que su longitud y dureza exigen un gran esfuerzo. Pero sin lugar a dudas este esfuerzo se verá compensado por el placer que proporciona caminar por estos llanos despoblados del extenso Valle de Pineda. La sana fatiga y la soledad de estos parajes ayudarán a provocar en el caminante sensaciones de paz y sosiego, que se acentuarán si se pasa la noche al raso y al abrigo de las montañas.

El pozo Curavacas, sobre el cual existen leyendas tan misteriosas como la profundidad de sus oscuras aguas, es un lago de origen glaciar, uno de los muchos que se esconden bajo los circos formados por los hielos entre las cumbres cercanas. Si aún nos quedan fuerzas podremos acercarnos hasta alguno de ellos: el pozo del Ves, el pozo Oscuro o la Laguna de Fuentes Carrionas, cuyas aguas sobrantes dan origen al río Carrión.

Las vegas del Valle de Pineda están salpicadas de chozos y cabañas de pastores. Estos puertos, aunque administrativamente pertenecen a la provincia de Palencia, son propiedad de gentes de los valles de la Liébana, en la vecina Cantabria. Los pastores de esos pueblos se afanan durante el verano cuidando aquí sus ganados hasta que la nieve les empuja hacia sus casas. Son gente afable y de buen trato, siempre dispuestos a compartir una conversación o un buen trago.