Mark Roberts, de 47 años, llevaba una cámara en la cabeza cuando perdió el control a pesar de utilizar piolets.
El accidente ocurrió el 24 de febrero de 2013, al perder el control por culpa de un cascote de nieve que se abalanzo hacia el y que quiso evitar, dando lugar a que perdiera inestabilidad y cayera sin control.
Fue rescatado 30 minutos después.