La ruta parte del refugio de montaña de Respomuso para pasar al lado del Ibón de las Ranas y llegar al borde del Embalse de Campo Plano, de donde se comienza la subida hasta la Llana Cantal, y de allí al ibón homónimo. A partir de aquí el verde da paso al negro, y remontamos un rocoso sendero que nos dejará, ayudados por unas cuerdas metálicas al final, ganar el Collado de Tebarray o de Piedrafita, de donde bajamos por un tramo muy erosionado al Collado del Infierno, en los bordes del Ibón de Tebarray. Toca después bajar el barranco de Piedrafita hasta los ibones Azul alto y Azul bajo, para dejar luego el camino que va a Francia por Marcadau y seguir el borde del Embalse de Bachimaña hasta el refugio homónimo. A partir de aquí ya sólo queda una bajada zigzagueante a buscar el barranco del Río Caldarés, disfrutando de las múltiples cascadas, hasta finalizar en Baños de Panticosa.
De esta manera se recorren 13'51 kilómetros, con 764 metros de desnivel acumulados positivos y 1261 negativos, que se salvan en 5 horas y media a ritmo fuerte (número en dirección a Panticosa).
Comenzamos a andar en el refugio de Respomuso, dejando el mismo a la espalda y con el embalse a la derecha, hasta que el sendero pasa por una vaguada, apenas a unos metros del edificio, y lo dejamos para subir por la vaguada, enlazando otro de mejor firme que el anterior, que tomamos a la derecha. El sendero se arma a tramos, y pierde un poco de altura, por encima del Ibón de Las Ranas, y luego pasando al lado de otro de menor tamaño, donde no dejamos el claro camino por ningún senderillo lateral. Ignorado un senderillo herboso a la izquierda en ascenso, salimos a un colladete desde donde vemos ya el Embalse de Campo Plano, adonde nos acercamos pero sin llegar a los muros que lo contienen, pues unos metros antes (desde aquí se puede subir hacia el Collado San Martín, que da paso a Francia), nos hacemos a la derecha por una huella de sendero que baja hacia la cuenca a esa mano, dando varios zigzags hasta llegar a un puente sobre el arroyo que desagüa el embalse, y que cruzamos, tomando al momento a la derecha, siguiendo un poco la ribera hasta que se bifurca, cogiendo a la izquierda, en ascenso. Mientras subimos el camino parece bifurcarse, y seguimos el más bajo, que circula cercano y en paralelo, confluyendo a un arroyuco, que cruzamos y seguimos remontando por la otra ladera, por donde ganamos altura y vamos girando hacia la derecha, pasando por los restos de un antiguo chozo pastoril, desde donde ya se intuye arriba la Llana Cantal, y al frente nos saluda el Pico Tebarray, y un poco a su izquierda, el de Piedrafita. Toca seguir la ribera del arroyo que baja del Ibón, dejándola un poco a la derecha para remontar un sendero por zona pedregosa, saliendo a la llana, donde seguimos al frente, atravesando el caudal principal, y luego otro menor que baja del circo que queda a la derecha, para seguir remontando la ladera a ese lado, por un sendero que nos deja en una zona herbosa.
Aquí giramos a la izquierda, para remontar la lader hacia el Ibón de Llena Cantal, al que llegamos, y bordeamos por su lado derecho. Acabada la masa de agua, seguimos subiendo, hasta que un canchal nos interrumpe y lo bordeamos subiendo a la izquierda, hasta encontrar la huella de un sendero que sube la pedregosa ladera, sin hacer caso a ninguna huella que se haga a la izquierda. Casi cuando llegamos al final del circo, cerrados por unas paredes infranqueables al frente, vemos a la derecha una brecha equipada con cuerda metálica, y por ella saldremos al Collado de Piedrafita o Tebarray, dando vistas al ibón homónimo. Ignorada la concurrida subida al pico homónimo a la derecha, tenemos que bajar un tramo muy erosionado donde habrá que extremar la precaución, hasta que perdiendo altura y haciéndonos a la izquierda, enlazamos un sendero que sin mayor problema nos deja en el Collado del Infierno, pasando al otro lado al Barranco de Piedrafita. El primer tramo es un canchal donde se ve más o menos la traza del sendero, que nunca abandona el lado izquierdo. En cierto punto el barranco se vuelve cauce, y bajamos por la ribera izquierda hasta bajar al lado de una cascadilla, cruzando al otro lado para seguir perdiendo altura por la derecha, bajando a una zona de cauce llano y pedregoso, donde la señalización nos pide cruzar a la izquierda, luego a la derecha en cuanto aparece el Ibón Azul superior y algo de verde en el suelo, y de nuevo a la izquierda, por donde flanqueamos la masa de agua, y luego, antes de llegar al desagüe, giramos a la izquierda, ya bajamos por un claro sendero dando vista al ibón inferior.
Cruzaremos el cauce de rebose del ibón y casi llegaremos al muro de contención, punto en el que giramos a la izquierda, bajando por un claro sendero que sigue la ribera izquierda, en descenso, hasta que se nos junta un arroyo lateral por la izquierda, que cruzamos, dejando a la izquierda un sendero que sube a Francia por el Puerto de Marcadau, y saliendo a una zona donde el arroyo de los ibones se subdivide en multitud de cauces, y tendremos que cruzarlos como podamos, ya que las pasarelas metálicas han conocido épocas mejores. Al pasarlas el sendero continúa ganando altura y saliendo a dar vista al Embalse de Bachimaña, por encima del cual circula sin duda, alguna, aunque sin mucha comodidad, ya que el piso es de mucha piedra, grande y mayormente suelta. Vamos viendo ya la presa del embalse, y el refugio de montaña al otro lado del mismo, llegando a un punto donde llegamos a la presa, donde una pasarela da acceso al refugio, pero continuamos por el camino antes de la misma a la derecha, camino a Panticosa (existe un atajo por la Tubería del Sarrato, no oficial, ni marcado, para atajar a la siguiente etapa sin pasar por Panticosa). El camino dice adiós a Bachimaña y comienza a bajar zigzagueando la ladera, aunque hay atajos de unas curvas a otras, que resulta mejor evitar por no erosionar la zona ni resbalar por ganar unos minutos.
Una vez abajo entramos en el Barranco del Caldarés, siendo momento de echar la vista atrás para ver todas las cuencas y cascadas que nutren el río en este punto, y el sendero se acerca al cauce, para luego atravesar un tramo tallado en la roca, con ayuda de unas cuerdas metálicas que sirven de pasamanos. El siguiente tramo no tiene más problema, y seguimos perdiendo altura, llegando a un punto donde ignoramos lo que parece un ramal a la derecha, para seguir bajando a la izquierda, acercándonos de nuevo al río en un nuevo tramo de pasamanos que solucionan unos metros resbaladizos. Tras esto bajamos a una zona de pequeño pradillo a cuya izquierda queda un puente, que ignoramos, dejando una cascada a la izquierda y pasando a una zona donde ignoramos cualquier huella al río y a otra impresionante cascada, para en cierto momento, llegar a un barranquillo lateral a la derecha, que cruzamos, y bajamos por su derecha hasta que se une al Caldarés al lado de otra preciosa cascada, tras la que tenemos un tramo de pasamanos de cuerda metálica para ayudar en un tramo algo aéreo. El camino da un par de curvas (con los evitables atajos), y llega a un cruce donde tomamos a la derecha, saliendo a un mirador, que rebasamos. Ahora toca un tramo final de zigzagueante sendero que pierde altura, ya dando vista a la zona del Balneario, donde ignoramos un par de ramales de senda a mano izquierda, y llegamos a zona llana al lado de los edificios, tomando al frente y llegando a un parking a cuya derecha está el refugio de montaña de Casa de Piedra, donde salvo que nos sobre el dinero, terminaremos la etapa.
Ahí van unas fotos de la jornada:
Adjunto un archivo kmz, editado a partir del gpx original, grabado con un Garmin Oregon 550. Un saludo!
