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Distancia: 17.5 Km
Desnivel máximo: 810 m
Ascensión acumulada: 870 m
Duración: 4h
Comenzaremos la ruta en la iglesia románica de los Stos. Facundo y Primitivo de Silió. Tomamos la pista que sube acompañando al río Erecia que cruzaremos pronto, pasamos por un área recreativa y llegamos a una portilla canadiense tras la que tomamos el desvió a nuestra izquierda.
Seguiremos por esta pista hasta llegar a una bifurcación junto a una cabaña, seguimos a la derecha y a unos metros nos volvemos a desviar a la derecha por un camino de tierra que va en dirección a una línea de alta tensión que deberemos seguir por los caminos o cortafuegos que la acompañan y bordean un pinar. Llegamos a un punto en el que deberemos introducirnos en el bosque por un camino que sigue a la izquierda y seguir a pocos metros otro a nuestra derecha que ascenderá hasta volver a tomar el cortafuegos.
Siguiendo el cortafuegos llegaremos a un punto en el que podemos seguir por este o por el camino que hay bajo la línea de alta tensión hasta llegar al final del pinar donde encontramos una pista de tierra que tomaremos a nuestra izquierda viendo ya en el alto el repetidor de Cildá.
Desde aquí nos dirigimos en dirección NO hacia el castro de la Espina del Gallego donde encontraremos un panel informativo y una bifurcación que tomaremos a nuestra izquierda.
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Cildá
“El castro de la Espina del Gallego estaba fortificado por tres líneas de muralla de las que se conservan los derrumbes. Los campamentos romanos que lo rodean indican que los cántabros ofrecieron aquí una fuerte resistencia a la penetración romana en dirección a la costa, que tuvo lugar en el año 25 a. C. (campaña de Cayo Antistio Veto). Ese año el ejército de la Tarraconense penetró desde el sur por este cordal montañoso y tomó la fortaleza. El ejercito romano dejo en ella una guarnición que construyó el barracón de la acrópolis y rehízo las defensas.”
Descendemos en dirección a un depósito de agua y una torre de alta tensión bajo la que debemos pasar y seguir hasta el cortafuegos que acompaña al pinar que veremos al frente. Pasamos por el campamento romano de El Cantón donde encontramos otro panel informativo.
“El campamento romano de El Cantón se encuentra situado en el paraje denominado La Redonda o La Cotera Redonda entre Molledo y Arenas de Iguña. Es un fortín (castellum) que albergó algunas cohortes acampadas en tiendas de campaña de cuero. Dispone de un aterrazamiento (agger) con foso frontal en V. Las puertas están protegidas por una clavícula interna, sistema defensivo característico de los campamentos romanos construidos en campaña (castra aestiva). Esta fortificación, junto al campamento principal de Cildá, formaba parte del sistema de asedio al castro de la Espina del Gallego, cerrando su acceso por el oeste.
En el año 25 a. C. las legiones mandadas por Cayo Antistio Veto, legado del emperador Augusto en la Tarraconense, atravesaron la Cordillera Cantábrica desde el sur. El ejército romano que avanzó por estas alturas tuvo como objetivo dominar a los cántabros de los valles del Pas y del Besaya y alcanzar la costa en la bahía de Santander.”
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La Cotera Redonda
Seguimos por el cortafuegos que pasa entre el pinar y la Cotera Redonda. Pasada la Cotera Redonda encontramos un camino de tierra por la ladera que nos llevara a una pista de gravilla que seguiremos unos metros hasta encontrarnos con un depósito de agua. Abandonamos esta pista bajando por el sendero hasta llegar a otra pista junto a una casa. Seguimos a la derecha por un camino de tierra que atraviesa varias pistas pero que deberemos seguirlo siempre en sentido descendente hasta llegar al punto de partida.