Jito Escarandi-Caseton de Andara-Castillo del Grajal
ARROZ CON CHORIZO
Una ruta de esas que no tienes previsto hacer. Que alguien te llama y te dice ¿vamos?, contestas que si y………….. En marcha.
Salimos hacia Sotres. Una vez que abandonas la autopista, el camino no por conocido es menos atractivo.
La carretera desde Panes es maravillosa: buen asfalto, ancha y excelentes vistas. Una vez en Sotres nos dirigimos por la carretera que lleva a Tresviso hacia “El Jito Escarandi” donde hay buen aparcamiento para comenzar muchas más rutas que la que hoy voy a detallar.
Iniciamos el camino por una pista bien marcada y que se dirige hacia las antiguas minas de blenda de esta zona. La nieve hacia acto de presencia durante todo el camino. Aunque ya no en tanta cantidad como en fechas pasadas, si la suficiente como para encontrarnos a muchos esquiadores en la modalidad de travesía que se disponían a subir bien alto para luego descender con sus tablas.
Nosotros “a nuestro paso” llegamos con cierto animo perezoso hasta el Casetón de Andará, donde hicimos una parada prolongada.
Charlamos un buen rato con el guarda del refugio: “de esto, de aquello…………” una naranja para hidratarnos (también algún cigarro) y mientras nosotros saciábamos nuestra curiosidad con los comentarios del guarda, él iba contando la gente que pasaba de largo.
Es una sensación de tranquilidad, que alguien vele por ti.
La idea inicial era llegar a lo alto del Macondíu, pero este hombre (zurrido en batallas) no lo recomendó. El día era excelente, sol y buena temperatura desaconsejaban caminar por dos pasos un poco comprometidos debido a lo vertical del terreno y a la nieve existente. Con este consejo y esa pereza ya comentada continuamos el camino sin destino predeterminado, pero con dirección bien definida: “siempre para arriba” hasta donde llegásemos y después vuelta otra vez.
Antes de salir del refugio ya habíamos apalabrado que el guarda nos preparase la comida para cuando regresáramos. Esto es un aliciente, pues sabíamos que después de la caminata nos esperaba un menú sorpresa.
Llegamos hasta el Castillo del Grajal, no continuamos hasta el Grajal de Abajo porque la hora ya era avanzada y habíamos quedado a comer no ha cenar.
Cuando llegamos de vuelta al refugio, teníamos al cocinero preparando una cazuela de arroz con chorizo (exquisito) y unas cervecitas frías que………………………………………..:
Joooooder, que bueno estaba todo.
Durante la sobremesa, fueron bajando los que antes habían subido y el guarda iba restando de sus cuentas las personas que quedaban arriba. Siempre pendiente.
Entre los que volvían, una perrita que por la mañana subió por sus propios medios acompañando al dueño y que a la hora de volver, lo hizo dentro de la mochila, asomando las patas y la cabeza y disfrutando de un descenso sobre esquíes. Ya era “viejita” y su dueño una buena persona.
CASETON DE ANDARA Y ESQUIADORES SUBIENDO
MACONDIU, CASTILLO DEL GRAJAL Y PISTA POR DONDE SE SUBE
ARROZ CON CHORIZO