Distancia: 8 Km
Tiempo: 2h30
Esta ruta discurre por una zona de transición entre la Sierra de Mencilla, al norte, y los montes y sierras que acompañan al Arlanza hacia el sur, que de una u otra manera estarán presentes a lo largo del recorrido.
Además de la Iglesia de Jaramillo Quemado y la ermita de Valpeñoso, también podremos disfrutar, junto a las zonas de cultivo, de importantes extensiones de robledal y monte bajo en lo que ataño fue zona de paso de importantes rebaños trashumantes a través de la Cañada Real Burgalesa.
Antes incluso de entrar en el pueblo nos sorprenderá la vista de su iglesia parroquial, un hermoso edificio donde se combinan los estilos románico y gótico. Dentro del románico y más concretamente en la escuela silense, se enmarca la torre, levantada a finales de siglo XI. El resto del templo, de principios del XVI, ya pertenece al gótico.
Será precisamente la iglesia nuestro punto de partida hacia la ermita de Valpeñoso. Desde su base saldremos a la carretera de Cascajares de la Sierra, para después de recorrer unos 200 metros de asfalto tomar un camino agrícola a mano derecha.
Este asciende suavemente entre campos de cultivo y zonas dedicadas tradicionalmente al pastoreo, que hoy se hallan invadidas por la genista, la jara y rebollos de porte arbustivo, debido el abandono de dicha actividad.
Otro ejemplo elocuente que viene a demostrar este hecho, será el estado de absoluta ruina en que se encuentran las tenadas de Coladillo, situadas en el alto.
A partir de aquí el camino comienza a descender hacia el valle del Río de San Marcos, siempre con la vista al fondo de la Tierra de Lara, que se extiende a los pies de la imponente cumbre de Peñalara cuya silueta nos sugiere una fortaleza inexpugnable.
Hacia ella se dirige la antigua vía del ferrocarril Santander-Mediterraneo, que discurre a unos 700 metros por la izquierda de nuestro camino.
Al llegar a la parte más baja junto al San Marcos, giramos a la derecha, dejando atrás el cruce con el camino que lleva a la localidad de Villaespasa.
Continuamos ahora por el valle del río de San Marcos, una fértil vega aprovechada para el cultivo en la que de cuando en cuando se deja ver algún bando de perdices, e incluso alguno de los corzos y jabalíes que habitan los robledales que la flanquean.
A 1 km. aproximadamente del cruce de Villaespasa, el camino gira hacia la derecha y comienza a ascender por el robledal hasta llegar a una amplia explanada herbosa situada al pie de la ermita de Valpeñoso.
Junto a un altar labrado en la roca, nace la estrecha senda que encajada entre peñascos dará acceso primero a la ermita y un poco más arriba a una rústica fuente de gran belleza.
Para regresar a Jaramillo, según descendemos de la ermita, al llegar a la explanada de entrada, continuamos de frente hasta encontrar un pequeño sendero que se adentra en el robledal. En unos 20 metros saldremos a un claro desde el que continuamos hacia la izquierda siguiendo el rastro de una pequeña vaguada que enseguida nos conducirá a un camino bien marcado.
Pronto llegaremos a una zona donde en apenas 20 metros se concentran varias bifurcaciones y desavisa, que ignoraremos para continuar hacia el este, hasta alcanzar a unos 500m. un cruce de pistas, donde tomaremos la de la derecha para regresar a Jaramillo Quemado.
La pista discurre por el fondo del valle del arroyo de los Arroyos, donde además de robles abundan los quejigos e incluso veremos algún acebo. Finalmente desembocamos en un camino agrícola, continuando hacia la izquierda para a unos 100 metros más adelante girar por un nuevo camino a la derecha para desde allí entrar en Jaramillo.
