Autor Tema: ANILLO DE PICOS: entrenamientos libres, parte 2  (Leído 5106 veces)

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Desconectado farodelcaballo

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ANILLO DE PICOS: entrenamientos libres, parte 2
« en: 24 de Septiembre de 2015, 14:16:34 pm »
En estas segundas jornadas de "entrenamientos libres" de cara a hacer el Anillo de Picos, como estoy pensando en optar por la opción Extrem, la idea es hacer la parte de extensión del Macizo Oriental, uniendo los refugios de Cabaña Verónica, Casetón de Ándara y Vega de Urriellu. Echo una ojeada a los kilómetros y lo divido en un par de días, y sólo queda decidir dónde dormir y por donde entrar. El albergue de Sotres resulta la opción óptima entre precio y comodidad (aunque las literas hacen un ruido de cojones) y como nunca he subido en el teleférico, hago de Fuente Dé el punto de entrada...y se me suma el buen samaritano de las primeras jornadas, que me subía de pequeño a Áliva a acampar y a cansarme por los caminos. Tras las buenas sensaciones en los Lagos de Covadonga ( http://goo.gl/95AWD4 ), aquí tocará el pasar malos ratos. Por un lado, en la Canal de Jidiellu, que aparte de dura, acaba en un embudo donde toca trepar. Por otro, el segundo día el tiempo empeoró sensiblemente, con lo que hay que descartar la subida a Vega de Urriellu, y toca volver hacia el teleférico, con visita relámpago a Cabaña Verónica...para encontrar las instalaciones cerradas y tener que emprender la vuelta hasta el Refugio de Áliva con cara de idiotas, y soltar la panoja por un taxi todoterreno hasta Fuente Dé. Así las jornadas acabaron en un primer día de El Cable-Puertos de Áliva-Vegas de Sotres-Canal de Jidiellu-Collado Valdominguero-Casetón de Ándara-Navajo-Sotres, y un segundo de Sotres-Puertos de Áliva-Cabaña Verónica-El Cable-Refugio de Áliva.


Llegamos a Fuente Dé y tomamos el teleférico para salvar un desnivel brutal en pocos minutos...


...y llegar a la estación superior, disfrutando de unas vistas que cortan la respiración.


Disfrutado el paisaje, toca acomodar la mochila y comenzar a andar, así que tomamos la pista que coge rumbo hacia el macizo de Peña Vieja...


...para llegar a la Horcadina de Covarrobres, donde evitamos el ramal a la izquierda y continuamos de frente para salir a otra impresionante vista, la de los Cuetos de Juan Toribio, y debajo todas las praderías de Áliva.


Pasados los Cuetos aparece el Chalet Real, y seguimos descendiendo hacia el Refugio de Áliva, mientras nos vienen los recuerdos de cuando acampábamos al lado (con el permiso de "El Pillo"), y la bajada se hace corta comparando las vistas con las imágenes del pasado.


Seguimos bajando por la pista hasta el Refugio Real, que rebasamos, y bajamos por la Llomba del Toro, pasando al lado de la gigantesca Piedra Llé..


...y enlazando la pista que baja a Sotres, por la que descendemos para llegar a la portilla que marca la divisoria con Asturias.


Un rato después llegamos a las Vegas de Sotres, donde al poco acabará la parte cómoda y en descenso del día...


...ya que toca abandonar la pista y hacernos a la izquierda para entrar en la dura Canal de Jidiellu. El compañero me dice que la canal es muy bonita, tanto que me va a dejar disfrutarla enterita a mí, y que nos vemos en Sotres. Creo que es buena decisión. Y a toro pasado, creo que le hubiera reventado en la subida, o acabado mal en el trepe final.


Pues nada, toca ponerse con la subida, que pronto nos acerca a un canchal, pero el sendero sigue estando claro, con hitos aunque se dejan de ver unas marcas verdes que había al inicio, y con esfuerzo pero de manera clara, se pasan las ruinas de la Majada Jidiellu.


El terreno empieza a complicarse, el sendero deja de estar definido, y llega un momento que hay que decidir si cruzar el cauce de la canal y cambiar a la mano izquierda, cosa que no hago, sino que sigo por esta mano, que sigue complicándose, y hasta aparece un sendero claro que viene de la derecha. Bastante confuso, con una pendiente más empinada, acabo encontrando otro paso del cauce, y cambio de mano...


...para acabar en una ladera que no se anda, casi se trepa. Al menos, vuelven a verse hitos, y lo único que queda es echar el resto subiendo, y no mirar para abajo, porque da impresión de cojones.


El mal rato no acaba aquí, porque la ladera me acaba embocando a un embudo, donde me encuentro una pared donde no queda más cojones que hacer un trepe. Hace buen tiempo, la ladera estaba seca, pero de frente hay una laminilla de agua que hace que esa parte resbale, así que hay que trepar por la izquierda. La cosa es que es un resalte de más de dos metros, y no hay ningún punto de apoyo sencillo y evidente, así que toca lanzar arriba el palo, y ponerse a echar la mano y buscar cualquier punto al que agarrarse. Voy ligero de mochila y soy alto, cosas que ayudan, pero el trepe me pone tensísimo y no quiero pensar en una persona baja, o cansada, o con mochilón...o todo a la vez (por no hablar de ir con niños, que ahora se anima por muchos sitios a hacerlo). Una vez arriba se ven sujecciones en la roca, como de haber existido alguna cuerda o escala en algún momento. Kike, el guarda del Casetón de Ándara, comenta más tarde que para la Travesera colocan cuerdas, pero por más que se les pide, no las dejan tras la prueba...y que seguramente acabe poniendo él una. Espero que lo haga. Cualquier otra persona que se anime a hacer el anillo y llegue a este paso se lo agradecerá enormemente.


Después del mal rato, salgo al Collado Valdominguero, donde simplemente ver la pequeña lengua de hierba me calma. Llevo 10 minutos oyéndome los latidos como si tuviera a alguien con un tambor a mi lado. No me había pasado nunca, y no es agradable. Paro un poco hasta relajarme un poco...


...y avanzo unos metros para encontrarme con el sendero de descenso, lamiendo el Jou Lleroso por la derecha. No hay problema, estamos en otra zona de paisaje lunar de Picos, pero el sendero se percibe bien en la distancia, y hay otra vez marcas verdes, y también rojas.


Así que toca descender hacia el difunto Lago Valdominguero, cuyo lecho empieza a asomar abajo a la derecha, disfrutando los saltos de una manada de rebecos, y tras un par de pasos algo complicados donde el camino pasa por una zona de rodadero de piedra y tierra...


...se sale a una zona de bocaminas y agujeros de todos los tamaños y formas, por donde el camino zigzaguea sin problema (aunque sin perder el cuidado).


Poco después llego al Casetón de Ándara, mientras veo el todoterreno del guarda bajar por la pista hacia la carretera de Sotres-Tresviso, con lo que me quedo con las ganas de charlar con él del tema del trepe de la canal, aunque le llamo antes de cenar y charlo un rato con él. Toca descender por la pista, donde me encuentro un grupo de franceses, alguno muy mayor, que bajan a paso de tortuga...y tras dar una curva, recupero al compañero, que ha subido de Sotres a enlazarme.


Juntos bajamos otro poco por la pista, que abandonamos por la izquierda para atajar hacia Sotres sin enlazar la carretera...


...para salir a un collado a las faldas del Pico Boru, donde la vista corta la respiración, y que es un bálsamo para lo mal que se ha pasado antes. Las piernas no quieren moverse, con el espectáculo que hay delante, pero comenzamos el descenso por el bonito sendero, cruzándonos con un corredor que está intentando recuperarse del bajón de las fiestas (que comer y beber sin parar, atora mucho el cuerpo).


Llegamos a la Majada de Enmedio, desde donde ya pillamos camberas y pistas, no sin antes encontrar a un vecino de Sotres que nos pregunta por un animal que está buscando y al que se le da una buena relación de especie, raza y número de los animales desde Ándara, con la que se queda más que satisfecho...


...y hacemos entrada en Sotres, donde tomamos algo para reposar la jornada, nos quitamos la mugre del día, y volvemos a encontrarnos con el corredor y con el vecino.


Han sido en total casi 24 kilómetros, con unos 1200 metros de desnivel acumulado positivo, y 2200 de negativo, que se han superado en 8 horas y media. El cuerpo no se ha quejado, y la sensación es buena, de haber cumplido objetivos, y de haber superado un pincho de cojones en la Canal de Jidiellu. Por otra parte, vistos los problemas, también queda una sensación de duda y de miedo: ¿habrá más sorpresas así por el Anillo? ¿y si llegamos a hacerlo en dirección contraria (bajar esa canal me parece suicida)? Con esas dudas, y pensando si mañana el tiempo va a ser malo o malísimo, echo el cierre a la jornada.


El segundo día empieza mal. Ya me ha despertado varias veces la lluvia, y el amanecer llega con niebla, frío, viento y más lluvia. Bueno, metamos algo en el cuerpo y pensemos qué vamos a hacer...mal otra vez. Ayer dejamos dicho que saldríamos pronto, y que nos dejaran el desayuno, que nos lo calentaríamos nosotros sin problema. Me cobraron 7 euros por los 2 desayunos, y me encuentro con dos cafés y 4 magdalenas envueltas en plástico. Sigue lloviendo y trago el "desayuno". Las piernas me dejan claro que o andan, o me van a joder la cabeza todo el día...así que llegamos a un acuerdo de mínimos: volver al Cable andando, cansarse un poco, que parezca que se ha hecho algo, y por lo menos hacer algo de hambre hasta la comida.


Así que toca ponerse ropa de abrigo, que sopla y llueve a ratos, y andar hasta las Vegas de Sotres, donde se recuperan las huellas del día anterior...


...para seguir subiendo y entrar de nuevo en Cantabria.


Pasada Piedra LLé, parece que el tiempo da algo de tregua y hasta despeja...


...así que al llegar a la Horcadina, le digo al compañero que voy a subir hasta Cabaña Verónica, otro de los puntos que nos hacía ilusión personal, y así además grabo y fotografío el inicio de etapa Cabaña Verónica-Casetón de Ándara que no hice ayer. Mientras él marcha al cable, yo comienzo la subida hacia los Horcados Rojos. Como ayer vuelven los recuerdos de niño, en especial del día que me llevaron desde Áliva hacia los Horcados, lo larga y dura que me pareció, cómo me dolían los pies. Ahora, viendo a ratos la silueta del refugio, se me antoja todo más pequeño, más cercano, y me hace gracia, sobre todo porque aquí nada es pequeño, ni gracioso, y esto es piedra hostil, vuelve el viento que te tira al suelo donde menos lo esperas, y toca volver a andar con la cabeza en el siguiente paso y la siguiente piedra.
]

Llego al desvío de Peña Vieja, y me pongo a reir como un idiota. Este es el punto clave de mi excursión de niño. Cuando aquello no había Gps, ni teléfonos móviles, ni marcas del sendero PR. Había unas indicaciones pintadas...las mismas que veo ahora. Y que no vimos en su momento porque una oronda alemana decidió ponerse a descansar encima de la piedra, ocultándolas, y llevándonos a Peña Vieja en vez de a los Horcados. Recuerdo la vuelta, el ver las pintadas, y me hubiera gustado que el compañero lo viera, pero luego se lo contaré. Ahora toca seguir andando...


...y llegar al refugio, que me encuentro vacío. Vaya, dos de dos. Los guardas me evitan. Justo antes de llegar, veo una silueta humana en el Collado, que no vuelvo a ver, ni me encuentro con nadie a la vuelta. ¿Sería el guarda echando un ojo al otro lado? ¿Algún intrépido montañero? ¿El Yeti?


Con la duda, desciendo el camino hasta la Horcadina, ahora ligero y pensando en reencontrar al compi, rememorar juntos lo del desvío...


...para llegar a la estación superior del teleférico, cerrada a cal y canto, donde no encuentro a nadie con rememorar nada  (más información sobre la embarcada y las buenas gentes de Cantur en http://goo.gl/eOjXXJ ). Los juramentos se oyen a kilómetros de distancia.


Asimilada la situación, no queda otra que volver (mientras comienza a llover a cántaros) al Refugio de Áliva, haciando frente al frío y el agua con una mezcla de resignación y mala ostia bíblica. Al llegar al refugio, me encuentro al compañero, que dice que no está para andar y que la mejor opción sería coger un taxi todoterreno hasta Fuente Dé. Por mi parte, tengo muy pocas ganas de darle un solo euro más a Cantur, y bajaría por el PR-PNPE-24 hasta el coche, pero en fin, tampoco vamos a ir cada uno por nuestro lado...claudico y acabamos la jornada con un anticlimático paseo en todoterreno. Los dos días dejan un mal sabor de boca, por el jodido paso de la Canal de Jidiellu, y por la mierda de día cortesía de Cantur. Qué se le va a hacer, no siempre salen las cosas como uno quiere.


El día se cierra, con sabor agridulce y 25 kilómetros y medio, con 18822 metros de desnivel acumulado positivo, y 1204 negativo, resueltos en 6 horas y media.


Los tramos individuales del anillo y la subida a Horcados Rojos, con sus tracks y descripción en detalle, pueden consultarse en:

ANILLO DE PICOS: Casetón de Ándara - Refugio de Vega de Urriellu (explicado hasta el Collado Pandébano)
http://goo.gl/Owoht7

ANILLO DE PICOS: Cabaña Verónica - Casetón de Ándara
http://goo.gl/uUtK86

PR-PNPE-23 Horcados Rojos (sin el ascenso a la torre homónima)
http://goo.gl/xAv86G

Adjunto los archivos gpx grabados en ambos días con un Garmin Oregon 550. Un saludo!