Abandonamos Sarón, por un camino frente al bar "La Flor de Cayón", cruzando por un paso bajo la N-634, previo a una vieja fábrica de azulejos. Poco más allá comienza la subida al monte Carceña por una pista. Después de un buen trecho de ascenso, llegamos al cruce de Carcabillo, al lado de una escuela de equitación. Continuamos por la pista a la izquierda, entre los árboles. Pronto desciende y llegamos a una curva, a cuya izquierda, está el camino a La Penilla, aunque nosotros continuamos de frente nuestra ruta, llegando a unos prados. A la derecha de la pista, aislada en medio del campo, está la sencilla y solitaria ermita románica de San Miguel de Carceña, que merece la pena detenerse a observar. Siguiendo el camino por la pista, y tomaremos un par de desvíos por la izquierda.
Después de un rato, bajamos hasta unas casas rodeadas de campos, estamos en Prauvalle. En un nuevo desvío descendemos a la izquierda entre eucaliptos. El descenso es rápido y encontraremos, una vez más una bifurcación cercana a la ermita de San José que seguimos, de nuevo, a la izquierda, pasando entre el cementerio y la iglesia.
Atravesamos el pueblo de La Cueva y conectamos con la carretera, que cruzamos y dejamos inmediatamente por un camino flanqueado por árboles. Avanzamos por la izquierda de este corredor verde, siguiendo el curso del viejo ferrocarril Astillero - Ontaneda.
Por aquí llegamos hasta La Penilla primero, dejando la factoría Nestlé tras de nosotros, a la derecha. A partir de aquí nos acompaña el río Pisueña y después su afluente, el Suscuaja, para finalizar el viaje en Sarón.
