Otro bonito relato de una hipotética y poética marcha.
MOMENTOS DE UN MONTAÑERO
Y ya el último lucero
con brisa de la mañana,
va revolviendo mis canas
que tengo de montañero.
Medio azorado y con prisas
a la espalda echo el zurrón,
llevo en la mano el bastón
y en mi cara un sonrisa.
Sopla del Norte un vientuco
y amenaza con llover.
Dos nubes dan en correr
y a su paso canta el cuco.
En el cielo hay filigranas
y un arco iris se pinta.
Los pájaros hacen fintas
saltando de rama en rama.
Ya me saluda el camino
y me abraza el horizonte.
¡Hola!, me dicen los montes,
yo correspondo y me inclino.
Una cambera torcida
de orillas mal atorgadas,
muy farruca y empinada,
viene a probarme medida.
Cruzo breñales y matos,
luego una sierra pelada.
Mi respiración ahogada,..
hace... que me pare un rato.
Un regato de aguas frías,
juega entre los avellanos,
a sorbos bebo en mi mano...
¡Vaya rico! ¡Madre mía!.
Ahí va un milano volando,
ahí va un zorruco asustado.
Y en ese prado han brotado
las flores que voy oliendo.
Comeré yo el bocadillo
en lo alto...de aquel alto,
tranquilo y sin sobresaltos,
entre orégano y tomillo.
¡Que silencio y que quietud,
con los valles a lo lejos
con el cielo por espejo...
me lleno de juventud!.
Tinuco