Se trata de un paraje de una belleza y riqueza natural sin igual, comprendiendo las Marismas de Santoña y Noja ( las mejores y más valiosas del cántabrico ), grandes playas y macizos calizos cubier- tos de encinar. Desde el centro de Noja bajamos a la playa de Trengandín que está a escasos metros. Destacan en ella sus espectaculares agujas kársticas emergiendo del mar.
Tras bordear la marisma Victoria y dejar a la derecha el llamado "puente romano" de Helgueras, alcanzamos el barrio del mismo nombre, al pie de un gran encinar. Seguimos bordeando la inmensa playa por parajes de gran encanto, siguiendo una pista hasta su final.
El último tramo del camino es de propiedad particular, por lo que hay que rodear la finca bajando a la playa y tras unos metros subir unas rústicas escaleras para retomar el sendero, que asciende a media ladera entre matorrales. Pronto dobla la punta del Brusco (50 m), descubriendo al otro lado la playa de Berria, el Monte Buciero y las marismas de Santoña. Hay que bajar a la playa de Berria, eligiendo el sendero que veamos en mejor estado (suelen tener algo de barro). Ya en la playa, seguimos al este, rodeando el Penal del Dueso y dejando a la derecha las valiosas marismas. De frente, está la cantera del Sorbal y una calle que lleva directa a Santoña.
