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Foros de montaña => Guías y Artículos => Mensaje iniciado por: Valnera en 29 de Enero de 2010, 20:08:07 pm

Título: Guía sobre crampones
Publicado por: Valnera en 29 de Enero de 2010, 20:08:07 pm
Antes de escoger un crampón, lo mejor es informarse concienzudamente si no queremos hacer una mala elección. Para facilitar un poco dicha tarea, me pongo a ello mostrando aquí toda la información que conozco sobre esta herramienta.

Como el diseño del crampón varía mucho según la inclinación del terreno para el que está orientado su uso (por no hablar de los cambios que introducen las diferentes marcas), encuentro prioritario centrarme primero en las diferentes partes y elementos de un crampón, antes que en los diferentes modelos de estos según las disciplinas de montaña. Así pues, debemos prestar atención a lo siguiente:

1. Las puntas del crampón:

Se parte de una premisa muy simple. A mayor numero de puntas, mayor agarre y estabilidad en hielo y nieve. Generalmente los crampones de 10 puntas estarán indicados para una travesía o Trekking no muy exigente, los de 12 puntas estarán indicados para alpinismo en diferentes grados, y los de 11-12 y 8-9 puntas estarán indicados para escalada en hielo y Dry Tooling.

Aunque sea distinto a otros modelos de esta misma marca u otras marcas diferentes, tomando como referencia mis crampones, unos Grivel G12, podemos hacernos una idea de que labor desempeña cada punta:

(http://www.rutasytracks.com/foros/archiv_adj/images/2010/01/1264789394_crampones-1.jpg)

Las puntas son todas más o menos perpendiculares a la suela de la bota, a excepción de las dos primeras que están orientadas hacia delante (nº 1). Estas son unas puntas realmente indispensables que nos permitirán encaramarnos de frente a la pendiente. Según el crampón, pueden ser una pareja de puntas, o una sola. Tendrán mayor relevancia cuantos más grados tenga la pendiente puesto que si esta es muy empinada, nos será imposible ascender o descender mediante la técnica de pies planos o mediante la técnica francesa (por no hablar del esfuerzo que invertiríamos en tallar escalones).

Estas dos puntas no son totalmente paralelas a la suela por una serie de motivos. El metal se fatigaría en exceso y podría doblarse o partirse, y que siendo ligeramente curvadas hacia abajo al descargar peso en el eje vertical te clavan hacia delante proporcionándote más agarre.

La curvatura que poseen también tiene su explicación. Si están muy curvadas hacia abajo, serán más útiles en pequeñas pendientes, pero si esta curvatura se mantiene para ascensiones técnicas será muy difícil clavarlas y podremos doblarlas o partirlas con las constantes patadas. Para este segundo caso, un alpinismo más técnico, con una sencilla curvatura bastaría.

Su longitud varía en función de la penetración que busquemos. Una mayor longitud será beneficioso para nieves o hielo blando, ya que nos permitirá traspasar una capa externa que cubra una segunda más dura garantizando mayor estabilidad, sin embargo, resultará en un mayor esfuerzo clavarlas correctamente hasta el final. Unas puntas más cortas serán más fáciles de clavar, y te mantendrán más pegado a la pared, pero estas están más orientadas a la escalada en hielo o terreno mixto y tener un perfil vertical o en T.

Podemos encontrarnos tres tipos de puntas frontales:




2. Tipos de materiales:

Aunque puede haber otras aleaciones, los principales materiales utilizados son los siguientes:


3. Tipos de construcción, barras y nivel de rigidez:

4. Tipos de fijaciones:

Título: Re:Guía sobre crampones
Publicado por: Valnera en 29 de Enero de 2010, 20:08:45 pm
6. Tipos de crampones:

Para ejemplificarlo mejor, me voy a servir de esta imagen ofrecida por Grivel, y los criterios que ellos utilizan para designar cada uso especifico:


A Para el esquí alpino

B C Para travesías y ascensiones fáciles

C D Para el alpinismo clásico y el técnico

D E Para las cascadas de hielo y corredores de nieve

F G Para el mixto moderno, Dry Tooling y competición

(http://www.rutasytracks.com/foros/archiv_adj/images/2010/01/1264791831_crampones-11.jpg)



Una vez que ya estamos familiarizados con los diferentes tipos de crampones y sus características, ahora toca centrarse en los aspectos técnicos que tenemos que analizar previos a su adquisición que no son pocos.


¿Qué tipo de crampón escoger?

El crampón es una herramienta cuyo diseño está condicionado por la pendiente a transitar. Obviamente no siempre va a ser la misma, y tendremos que hacer una estimación. Es muy importante que prestemos atención a esto y no lo pasemos por alto porque no nos va a servir un crampón de un tipo concreto para hacer otra actividad diferente a la indicada por el fabricante. Si nos ponemos cabezones, como todo en esta vida podremos forzarlo, pero de hacerlo nos exponemos a un riesgo innecesario que en el peor de los casos fatigará prematuramente el metal o nos podrá dar lugar a un susto (y lo que estará garantizado es que no nos sentiremos cómodos con ellos, y nuestra pisada y agarre no será muy eficiente por exceso o por defecto).

Una vez tengamos claro qué tipo de crampón necesitamos, debemos tener en cuenta que el crampón está subordinado a las botas. Es fundamental haberlas comprado primero o que ya las tengamos en nuestro poder para comprobar físicamente como ajusta el crampón que tenemos en mente. Esto se debe hacer así puesto que si lo hacemos a la inversa, será la bota la que deba amoldarse al crampón, cosa que no siempre es posible. Para ello, aunque te puedan observar extrañados en la tienda, no es ninguna tontería ir con nuestra bota (o futura bota), y ponerle los crampones a ver qué tal ajustan para evitarnos sorpresas.

Como es lógico, los crampones destinados a una disciplina o medio concreto necesitan unas botas de misma disciplina o preparadas para esos medios. (Ver tabla anterior)

¿Significa esto que es necesario tener crampones y botas diferentes según el tipo de actividad?

Pues desgraciadamente en base a la teoría y la práctica, la balanza parece indicar que sí. Aunque con unas botas B2 y un crampón C2 tenemos para muchísima montaña invernal, si queremos hacer una travesía ligera con esas botas y esos crampones iban a resultar bastante incómodos, y si queremos hacer corredores y escalada en hielo nos íbamos a quedar cortos ya que sería más seguro y eficaz unas botas B3 con un crampón C3.

¿Qué fijación es la más idónea? ¿Varía el precio según la fijación?

Escoger unas fijaciones adecuadas sin duda es un elemento determinante. Las de correas además de ser las más baratas, son las más sencillas y sirven prácticamente para todas las botas con un uso prioritariamente indicado para actividades no muy técnicas. El precio y la complejidad de la fijación va aumentando en semiautomático, automático y GSb otorgándonos una unión más firme con la bota, sin embargo con estas fijaciones limitamos el uso de los crampones obligatoriamente a unas botas B2 y B3 (si bien con unas botas B3 no se recomiendan unos de correas). Debemos valorar que nos es más útil, la posibilidad de colocarlo en varias botas a un precio más económico pero con un ajuste menos preciso y más engorroso de colocar, o una fijación más firme y más cara pero más fáciles y rápidas de colocar.

Lo que sí está claro, es que no es ninguna tontería invertir un poco más de dinero en las fijaciones en vez de ser tacaño, después de todo, es por nuestra seguridad. Además, a mano desnuda no supondrán un problema colocarnos unos de correas, pero cuando llevemos unos guantes muy gruesos y queramos manipularlo en unas condiciones de mucho frio y con viento fuerte, no será lo mismo que ponernos unos automáticos (y seguro que quitarnos los guantes en esas condiciones no nos hará mucha ilusión).


¿Qué rango de precios hay de un tipo de crampón a otro?

Podemos empezar a tener crampones nuevos desde ~70€ para travesías no muy técnicas y de un uso no muy regular. Para un uso mas exigente, el precio sube hasta los ~100€ donde podremos encontrarnos fijación semiautomática. Sobre los ~130€ dispondremos de fijación automática, y de ~150€ hasta los ~200€ nos encontramos ya con el tope de gama correspondiente a los crampones destinados a la escalada en hielo. Por encima de los 200€ y hasta los ~300€, nos encontraremos las botas técnicas de competición que integran en la suela el crampón.

Como todo en esta vida, tenemos lo que pagamos. No es un deporte o forma de vida barata, y por ello (y más aún porque no soy rico precisamente) yo soy partidario de que si no se va a amortizar, no merece la pena hacer un desembolso fuerte. Debemos tener en cuenta si para las salidas que hacemos nos compensa mas tener un crampón propio o alquilarlo. También no se debe olvidar que existe un amplio mercado de crampones obsoletos que han sido sustituidos por modelos más recientes y están sin usar, reduciéndose su precio hasta el 50% o más en según que casos.


¿Algún otro consejo de utilidad si finalmente se ha decido que crampón comprar?


En este caso, la normativa vigente es la EN 893:2000/UIAA-153. Aunque parece ser que la EN 893 será próximamente reemplazada por otra más exigente actualmente en borrador. Esta normativa solo es válida para crampones de 8 a 12 puntas, los que estén por debajo de ese número no la cumplen.

(http://www.rutasytracks.com/foros/archiv_adj/images/2010/01/1264792536_crampones-12.gif)

¿Alguna marca es mejor que otra?

No creo que haya una marca "mejor" o "peor" que otra. Simplemente tienen unos productos diferentes con unos requisitos distintos. Ahora, las que llevan más tiempo en el mercado son Grivel y Charlet Moser (anexionada a Petzl). A recomendar también Camp, Black Diamond, Salewa y DMM.



Una vez nos hemos hecho con nuestros afilados compañeros, hay que saber también como cuidarlos (y cuidarnos de ellos). Los crampones al ser un instrumento con varias puntas bastante afiladas, pueden dejarnos la mochila hecha una pena, así como también herirnos si no estamos muy atentos, nos tropezamos, o hacemos un uso inadecuado de los mismos.

Para ello, nada mejor que terminar esta guía sobre crampones con un repaso sobre como transportarlos, mantenerlos y ajustarlos.


1. Transporte de los crampones:

El crampón nunca debe ir colgando fuera de la mochila, no solo porque se pueda desprender perderse o nos desequilibre, si no porque en caso de no tener funda y topes de goma, puede destrozarnos la mochila y a un desprevenido compañero cuando nos giremos que seguro no lo recibirá con agrado.

Para ello, debemos llevarlos siempre en el interior de nuestra mochila, preferiblemente a mano, y siempre en una funda protectora si no queremos desgraciar el macuto y todo lo que haya cerca. Estas fundas deben de ser de un material bastante duro, preferiblemente en polyester o nylon de alta resistencia porque si no podremos agujerearlo. En caso de tener una rejilla para ventilación y facilitar así su secado, esta debe de ser especialmente resistente, puesto que será el elemento más débil de la funda.

(http://www.rutasytracks.com/foros/archiv_adj/images/2010/01/1264792658_crampones-13.jpg)

No supone un problema encontrar este tipo de fundas puesto que muchas marcas las trabajan, aunque no todas son igual de duras ni económicas. Las hay desde 10€ hasta 30€.

Además de la funda o como reemplazo a esta (aunque mejor llevar las dos cosas), está el pulpo o tope para las puntas. Fabricados en caucho, látex o goma, tienen un precio muy barato, por debajo de 10€, e inutilizara el filo protegiéndonos de pinchazos no deseados. No he visto ningún pulpo que este pensado para 10 puntas o menos, todos están pensados para 12 puntas. No se debe caminar jamás con ellos puestos por simples razones, no tendríamos adherencia si lo hacemos por nieve o hielo, y si lo hacemos por una superficie dura agujerearíamos los topes y romperíamos el protector.

De nuevo, también hay varios topes o pulpos en el mercado y podemos encontrar dos tipos:



A destacar este último, Crampon's Crown de Grivel que ajusta como un guante. Con el pulpo de forma ramificada tuve problemas de ajuste en mis crampones G12.


2. Mantenimiento de los crampones:

Las puntas del crampón perderán su filo con el tiempo y el uso, especialmente si caminamos sobre roca. De modo que cuando estén algo romas tendremos que afilarlas, y desgraciadamente tendremos que hacerlo con una lija para metal a mano, y no con una esmeriladora eléctrica. De no hacerlo así, calentaremos con casi toda seguridad el metal y provocaremos el deterioro de su estructura. De las primeras cosas que te dicen en las instrucciones (si es que se incluyen) o en la web del fabricante es que no lo hagas con herramientas eléctricas. No se debe abusar del afilado de las puntas, ya que reduciremos su vida útil.

Por último, después de su uso nunca se deben guardar ni deben tener puestos los topes de goma si los crampones están húmedos. Durante la salida, habrá momentos en que no nos quede más remedio que llevarlos guardados y mojados, pero una vez en la tienda debemos sacarlos para que se sequen, y si podemos acelerarlo con algún trapo o lo que tengamos a mano mejor aun. De no hacerse así, si es fácil que aparezca el oxido en el acero, si encima los guardamos húmedos sin haberlos secado, semanas o meses más tarde en nuestra casa, cuando los saquemos de su funda salvo que sea de correas, tendremos un mazacote totalmente rígido que nos costará bastante remediar.

Para evitarlo, después de cada salida debemos secarlos con un trapo, quitarle los restos de suciedad o barro con un cepillo de dientes o similar, y añadirles un poco de aceite lubricante para limpiarlos y engrasar las partes mecánicas. Debe de ser un aceite neutro (el 3 en 1 de toda la vida por ejemplo), no debe grasa de litio porque además de inflamable (imagínate al raspar con una roca las puntas de este si salta una chispa), puede ser abrasivo con la pintura epoxi del acero. Después de empapar un poco el trapo en aceite y pasarlo por las puntas, las zonas clave donde aplicarlo serian en los ejes de la barra frontal en los automáticos, en los ejes de la talonera de los semi/automáticos y en la pletina de ajuste de la barra. Los crampones de correas son mucho más sencillos de mantener ya que al ser piezas plásticas no se van a oxidar. No estaría mal tampoco, revisar que los tornillos, remaches y anillas se mantienen en su sitio y que no tienen oxido.

Igualmente cada cierto tiempo, no estaría mal examinar detenidamente, incluso con lupa si hace falta, en busca de signos de deterioro o fisuras en el metal con el fin de garantizar su correcto estado.

3. Ajuste del crampón:

Los crampones siempre han de ajustarse previamente en casa antes de salir. Nunca viene mal practicar su colocación y ajuste previamente, ya que así lo haremos más rápido y con más soltura cuando la situación lo requiera en unas condiciones menos favorables.

En todas las fijaciones debe regularse tanto su longitud, que debe ser unos 5-10mm más corta que el talón de la bota (nunca más largo que esta), y que las puntas frontales no sobresalgan más de 20-25mm de la punta de la bota. De igual manera debe corresponder adecuadamente a la suela de la bota estando lo más paralelo y unido posible a esta sin dejar ningún hueco, y siguiendo fielmente su contorno. En caso de no ser así necesitaremos unas barras asimétricas.

Según el tipo de fijación, en los semi/automáticos debemos regular también la altura de la talonera y la barra frontal, de forma que una vez colocada en la pestaña trasera de la bota, aun sin cerrar las correas el crampón se mantenga firme y no se salga aun agitando la bota. Para un optimo ajuste, los crampones tienen dos o más agujeros tanto en los ejes de la talonera como en los ejes frontales (en el caso de los automáticos), para así alargar o acortar su distancia. La parte frontal de los semi/automáticos debe quedar firmemente unida a los laterales y punta de la bota. En el caso de los crampones de correas, con las piezas plásticas correctamente colocadas y de nuevo sin cerrar las correas, también debería mantenerse la bota más o menos en su sitio.

El crampón correctamente ajustado no debe oprimir demasiado la bota (y por ende nuestro pie) a la vez que se mantiene correctamente en su lugar.

Una vez ajustados en casa, cuando estemos fuera para colocarse los crampones lo mejor es hacerlo sentado o de rodillas y preferiblemente en una zona llana. Debemos colocarnos los crampones antes de que nos hagan falta, y cuando hayamos caminado con ellos un rato tendremos que hacer un segundo ajuste de las correas porque se aflojarán. Estas no deben tener los sobrantes colgando para evitar que se nos enganchen.


4. Otros apuntes sobre su uso y seguridad:

Cuando caminemos con ellos debemos separar un poco nuestros pies, puesto que alguna punta puede engancharse en la cara interna de la otra pierna y desgarrarnos el pantalón (o algo peor). No vienen nada mal unas polainas con refuerzos de cordura y/o kevlar.

También debemos tener especial cuidado con los tropiezos ya que suelen hacernos besar el suelo en la mayoría de los casos, y en muchas ocasiones clavarnos alguna punta que nos deje algún regalito en nuestras preciadas botas o pantalones. Hay que estar atento a donde pisamos, y prestar atención a no engancharse con el sobrante de las correas.

Si nuestra salida va a ser superior a dos días o alejada de la "civilización", no viene mal tener unas correas o un poco de coordino de repuesto en la mochila por si las nuestras se rompen y poder hacer así una reparación de emergencia.