Las ideas básicas de la ruta eran ver los accesos a Bustapasante y ver la forma de subir al Campizo Real (puerta a Los Picones de Sopeña desde Selaya) por cabañales, sin usar la embarrada pista de La Lama.
El llegar al Campizo no fue complicado ya que hay varios senderos por la zona del Tujo.
Desde El Tujo se vió la manera de pasar al Rellano de Lose y La Garma directamente, para despues usar un sendero que llevaba a Bustapasante.
Y como fin de ruta se subió de Bustapasante a Losa, y se volvió a Pisueña por otra pistilla cercana al PR de las Cabeceras de Selaya.
Aparcamos el coche por la zona de Guzmazán y comenzamos a andar cerca del Anjuilo, en dirección al nacimiento del Pisueña, compartiendo camino con las marcas amarillas y blancas del PR-S68 y PR-S69.
Abandonamos las marcas en el momento que una estaca señalizadora nos indica bajar hacia el río al lado de una cabaña.
El camino es una amplia y cómoda cambera que nos sube a las primeras cabañas de El Tujo. Hay dos o tres fincas que tienen ovejas (y mastín, así que se recomienda), pasamos por la primera a mano izquierda y seguimos por el camino.
La cambera se bifurca y empeora, convirtiéndose en senderillo a la izquierda, y terminando en una cabaña a mano derecha.
Volvemos al senderillo de la izquierda, y pasamos un recodo del camino para salvar un pequeño arroyo.
El sendero sale del bosque y empieza a subir por una loma bastante castigada por los animales.
Llegamos a otra cabaña con amplios prados donde hay ovejas, al borde del grupo, cerca de una de las cuencas que bajan directamente de los Picones.
Seguimos hacia arriba y se nos vuelve a bifurcar el sendero al llegar al muro de la siguiente finca.
Tomamos a la izquierda, que parece ser callejo, y pasamos una rudimentaria portilla.
El callejo se vuelve empinado y nos deja en otro par de cabañas que están en el límite del grupo, cerca de la cuenca.
Seguimos subiendo, el callejo termina en el borde de la finca, y seguimos subiendo por un sendero entre helechos.
Al poco llegamos a otra finca que tendremos que subir a puro huevo, para luego hacernos a la derecha, hacia la línea de cabañas que vemos a esa mano.
A mitad de camino hay un pequeño arroyuelo y el suelo está algo mojado.
Llegamos a la línea de cabañas.
Podemos seguir la línea hacia arriba en dirección al Campizo Real, pero hay que subir a huevo, así que en vez de eso seguimos adelante sin variar la altura y pasamos un pequeño bebedero.
Adelante continua un senderillo que nos deja en otra cabaña y que permite tener una buena perspectiva de la red de callejos de este cabañal.
Pasamos la cabaña y seguimos adelante hasta salir a la crestería que da a La Lama (aquí hay ovejas también y el mastín un poco pesado).
La vista hacia este otro grupo es espectacular, pero el viento sopla muy fuerte, y hará un poco incómoda la subida al Campizo.
Ahora no hay más truco que seguir la cresta hacia arriba, primera por senderillo al lado del cercado, luego por una empinada y tosca "pista". Hay posibilidad de desviarse a la derecha por un sedo que va rápidamente hacia La Lama, y tramos de pista/terraza que nos llevan a la divisoria con Vega de Pas.
Llegamos al Campizo y el Macizo de Castro Valnera nos saluda.
Volvemos de nuevo hacia las cabañas del Tujo, con idea de bajar por la zona de callejos que vimos antes, y así variamos un poco.
Llegamos a la cabaña donde había ovejas y un mastín, que ahora nos hace menos caso.
Descendemos por el lateral de un muro de piedra, hacia el grupo de cabañas que vemos a la derecha.
Al llegar a la altura de un callejo dejamos de descender y nos dirigimos hacia las cabañas que vimos antes. Toda la zona tiene callejos en muy buen estado.
Desde la ultima cabaña sale un callejo que desciende y pronto se vuelve sendero. El mismo discurre entre las fincas y el bosque, para dejarnos al lado de la segunda cabaña con ovejas que vimos en la subida, donde parecía haber una bifurcación. Escogimos izquierda porque parecía callejo. La opcion derecha es por donde regresamos.
Entramos en la finca (cuidado que hay una zona encharcada que no lo parece y se mete la pierna hasta la rodilla, literal), y vamos buscando la manera de llegar a la cuenca que nos separa de la siguiente crestería. No hay mucha duda y llegamos al arroyo de donde cuelga un trapo, y hay una gran piedra que permite cruzar sin mojarse.
Al cruzar al otro lado vemos un sencillo cercado por donde parece bordear un sedo. Éste acaba desapareciendo y vamos siguiendo el cercado en fuerte ascenso, casi con manos y pies. En el momento en que el cercado cambia de direccion a la derecha, lo abandonamos y buscamos la crestería.
Desde esta podemos ver al otro lado la zona de La Garma, el nacimiento del Pisueña, y la cresta que baja Cerro Crespo, en el extremo de los Picones, que tiene un zigzag de senderillos que intentaremos usar para llegar a Bustapasante. Desde aquí podemos bajar directamente a La Garma, pero la idea era bajar por la cresta hasta una cabañuca que llevamos viendo un rato en El Rellano de Lose.
Bajamos la cresta y llegamos a la cabaña, que resulta ser un abrigo para ganado, sin payo alguno.
Pasamos al lado derecho de la cresta para buscar la bajada (a la izquierda parece haber tambien más posibilidades, y de hecho hay una finca con cabaña).
Un poco más abajo abandonamos definitivamente la cresta para seguir una especie de cambera que nos deja en una de las cabañas que hay al lado del PR-S69 en el camino al nacimiento del Pisueña. La alcanzamos y cruzamos el puente al otro lado.
Seguimos sin más historia el camino balizado y llegamos a la señal de La Garma.
Seguimos hasta que el camino parece terminar, pero si nos fijamos aquí comienza el sendero por la ladera que vimos desde el Rellano de Lose.
Si miramos hacia el Rellano, vemos también el sendero que podíamos haber usado para bajar directamente a La Garma.
Comenzamos a subir por la ladera herbosa en dirección a los Picones, pasando en cierto momento un alambrado muy sencillo.
Al poco tenemos que fijarnos bien para cambiar de dirección y no seguir subiendo hacia Cerro Crespo. Cambiamos la dirección y volvemos a cruzarnos con el alambrado.
Al girar la loma vemos ya enfrente las cabañas de Bustapasante.
Nos cruzamos con otro senderillo que nos viene de arriba a la derecha. Seguimos adelante y acaba difuminándose el sendero y apareciendo pedruscos entre las hierbas, a medio camino de la siguiente cuenca, sin pinta de que al otro lado continue.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta donde se nos cruzaba otro sendero. No es claro pero aqui el camino sigue bajando (en vez de seguir adelante y subir un poco como habíamos hecho). Seguimos hasta llegar a otro alambrado, de uno de cuyos palos cuelga un trapo.
Este sendero se difumina también, y tenemos que seguir adelante hacia la cuenca y lo que parece continuación al otro lado. El terreno no tiene piedras ni hoyos, pero la inclinación es fuerte y mantener la dirección es algo complicado.
Cruzamos al otro lado por un punto donde el arroyo parece haber desaparecido entre las rocas, y cogemos otro sendero que nos dirige ya sin problemas a Bustapasante.
Un poco más adelante entramos al grupo por un bonito e inesperado puente de piedra.
Subimos a la cabaña más cercana y continuamos hacia las siguientes directamente por el prado, disfrutando de las vistas hacia Los Picones.
En la cabaña más alta comienza una pista que viene de Vegaredonda. La seguimos hasta ver la zona, y en ese momento la abandonamos para subir por la cresta en dirección a Coterotejo.
Hay algo similar a un sedo por la cresta y tras pasar un pequeño rellano (de las Hojas) seguimos adelante hasta llegar a una pistilla que iba paralela a la que abandonamos pero a más altura.
Estamos ya en el grupo de cabañas de Losa, malamente conservadas, desde donde tenemos unas grandes vistas a la zona de Campillo, Alto las Mazas y hasta Picojeniro.
Descendemos de cabaña en cabaña por la crestería...
Y finalmente llegamos a una pista por la que bajaremos hasta enlazar con una carreteruca.
Abandonamos la carretera al ver una señal de tráfico blanca y roja a la que han disparado. La pista que vemos a la izquierda nos lleva hacia unas cabañas reformadas, por donde tomamos.
Deberíamos haber cogido despues la pista de tierra de la izquierda pero seguimos adelante mirando cabañas.
Si hubieramos cogido la pista de barro bajaríamos a Pisueña sin problemas, pero hemos seguido adelante y llegamos a un prado de donde continuamos buscando la salida, nada sencillo porque tiene un buen estacado y un buen pastor electrico.
Pasamos al otro lado y seguimos un sedo que nos deja en la pista que teníamos que haber cogido.
Desde aquí vemos ya la zona del Rellano de Lose donde estuvimos hace un rato.
Bajamos hasta el río Pisueña y enlazamos otra vez con el PR-S69, y tras cruzar un par de arroyos, con el 68, y volvemos hasta donde acaba la carretera de Pisueña y habíamos empezado la ruta.
Adjunto un archivo Gpx grabado con un Garmin Oregon 550. Un saludo!
