Si lo pienso de forma egoísta para mí es una pena, el proyecto me pondrá más difícil disfrutar de la salvaje belleza de los acantilados de la costa Norte, pero por otro lado tampoco me considero con autoridad para decirle a los cientos de paseantes de chancleta que no quiero que a ellos se lo pongan fácil.
De todas formas, por lo que he visto en otros sitios como Asturias las sendas de este tipo suelen ir por lo general bastante alejadas del mar, los senderos de pescadores siguen estando ahí para los valientes.