Aquí dejo una pequeña variante de la ruta incluyendo lo que para mí fue la parte más interesante, la subida a la Cabeza Redonda. No es una subida demasiado técnica, pero tiene bastante patio, lo suficiente para amedrentar al montañero más avezado

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Saliendo del aparcamiento de Obar, se entra por las cabañas y se toma un senderito a la izquierda que sube con decisión.

La ruta del libro Peñas Cabriegas sugiere seguir en diagonal hasta los Canalizos del Robru; yo fui por ahí y no me pareció muy aconsejable, se da demasiado rodeo y el terreno no es mejor, mucho helecho y al final acabé metiéndome en un espinal. Es mejor subir más o menos por la cresta hasta el Collado Ciego (por donde marca el track). Desde ahí se va dejando la pared a nuestra izquierda hasta el Collado Robru, y se continúa la subida por la Broquera Arde Lomba.

Esta vez el madrugón tuvo su recompensa, nos permitió subir a la sombra hasta la cota 900, pero al llegar al Coterín nos encontramos con esto


Aquí tenemos la última cuesta, la Broquera de Las Palancas, que termina en el Collado Las Broqueras.

La forma más sencilla de llegar a la Cabeza Redonda es subir hasta el Collado Las Broqueras y de ahí crestear hasta la cumbre, pero antes de llegar arriba encontré una canal demasiado tentadora para pasar de largo. La primera llambria puede ser delicada si lleva agua, pero en seco se dejó subir.

... y de ahí a la cresta por una bonita cuesta herbosa.

La Cabeza Redonda tiene un porte imponente, como un castillo inexpugnable que sólo puede ser tomado por un estrecho puente

Aprovechando que los centinelas estaban de resaca me decidí a tomar el puente, es una arista estrecha y muy expuesta, pero como dije resulta sencilla de trepar. Esta vez mis compañeros prefirieron sacrificar sus ansias de conquista para dejar constancia de mis ardides, lo cual les honra

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Foto de grupo en la cumbre:

... y la panorámica de rigor, tomada desde la torre del homenaje, un mirador realmente privilegiado: