La jornada comienza en el aparcamiento de Pandébano para subir atajando a la Terenosa, y de allí a la Vega de Urriellu, para después tomar por la Corona del Raso y la Horcada Arenera, y bordeando el Jou del Agua, llegar al Jou de Los Cabrones. Una vez allí toca superar el incómodo paso a la Campa del Trave y bajar a Amuesa, para perder altura por la canal homónima y llegar a Bulnes, descendiendo la Canal del Tejo hasta Poncebos.

En total, poco más de 18 kilómetros con unos 1500 metros de desnivel acumulado positivo y unos importantes 2300 de desnivel negativo, que se resuelven en unas 6 horas y media, a buen ritmo.

El día amanece temprano, aunque menos que lo habitual. El verano va tocando a su fin, ya se nota un fresco distinto por las mañanas y no raya el alba hasta casi las 7. Así que suena el despertador media hora más tarde y echamos carretera hacia Picos. Además, hoy no hay problemas y se puede hacer parada intermedia en Puente San Miguel y desayunar a gusto en el Loal. Llegamos al aparcamiento de Pandébano, calzo las botas y me despido del acompañante, que se va a Ándara a hacer otra rutilla. La subida hacia La Terenosa es un regalo, no encuentro a nadie y veo cómo va amaneciendo sobre los picos...

...y la subida hacia Urriellu, rebasando a dos personas y cruzándome sólo con un pequeño grupo, transcurre en un inusual y muy muy agradecido silencio, disfrutando de la montaña y las vistas.

En Urriellu hay animación y la gente ya comienza o ha comenzado sus rutas, pero la subida hacia la Horcada Arenera resulta casi tan silenciosa como la subida al refugio...

...y la travesía hacia Cabrones resulta agradecida, liviana y solitaria.

El Jou y su refugio, donde apenas 2 corredores descansan un poco, resulta otra de las sorpresas del día. La literatura siempre lo describe como un sitio "agreste" y esperaba un lugar más desolado y amenazador, pero la verdad es que el sitio impresiona...

...con lo que encaro la travesía al Trave embobado y pronto tengo que cambiar el chip y sudar en la bajada hacia Amuesa.

La bajada es preciosa pero va cobrando su peaje a las rodillas, que se van quejando pero que se quedan calladas en cuanto emboco la baja por la Canal de Amuesa, con una vista brutal hacia Pandébano, y encontrando poca gente, y muy tranquila, lo que hace que el día se desarrolle como lo que a veces cuesta que sea: una jornada de sudar, de disfrutar de las vistas, de hacerse pequeño.

Todo cambia al bajar a enganchar el camino de Bulnes y bajar la Canal del Tejo. Allí encontraremos la parte mala de Picos: mucha gente, y muy poca cabeza. Es ya una hora donde hay que ir protegido, y bien hidratado. El sol muerde, y si toca subir son horas de sufrimiento. La subida a Bulnes no está tan atestada como la Senda del Cares, pero encontramos las clásicas aberraciones: gente sin camiseta, gente sin agua, gente con mal calzado...el caso combinado de todos los anteriores. Y gente con niños. Niños que preguntan si queda mucho, que se niegan a andar, que son regañados. Niños que no tendrían que estar en esas condiciones, y que seguramente crecerán aborreciendo la montaña. Bajo pensando en que es una pena y entonces ya veo una escena dantesca. Una pareja con un crío en una mochila, y un bebé de pocos meses en un arnés, remetidos contra una roca intentando aprovechar la poca cosa que hay, rojos como cangrejos del esfuerzo. Podemos hablar sobre los límites de llevar a niños al monte, de si ciertos senderos son seguros o no con una mochila con críos...pero la escena me da vuelta al estómago. Sólo diré dos palabras: servicios sociales. El humor me vuelve un poco cuando en la subida me encuentro con la cabraliega que me encontré en medio de la niebla en Vega Maor, de camino a Ostón, cuando hacía la GR-202, Ruta de la Reconquista (
http://goo.gl/aljSOS ).

En fin, ha terminado el Anillo, aunque vista la hora aún quedan ganas de más (
http://goo.gl/dfUpR9 ) y se completa un poco el día. El año pasado, tras mucho aproximarme a Picos (que los veía con respeto, con cierto rechazo y cierto miedo siendo un andarín y no un montañero), me animé a hacer el Anillo, cosa que quedó en ciertas intentonas, y que acabó este año completándose en jornadas sueltas. Cierro el verano contento, acabando lo que empecé (
http://goo.gl/UxfXfH ) y feliz de los sitios que he conocido. Sigo viendo Picos con cierto miedo (hay sitios que me ponen los cojones de corbata) y con cierto rechazo (hay mucha gente y a veces cuesta disfrutar del entorno con alguien a tu lado gritando "Aupa, Mikel, saca el móvil y hazme una foto que lo van a flipar los de la cuadrilla"...además de que siendo un enamorado de caminos y cabañales, aquí hay demasiado roquedal), pero no puedo negar que hay sitios que me han dejado con la boca abierta, y a la hora de dormir ya no sólo repaso cómo subir desde Rucabao hacia Pigüena, sino que también vuelvo a la Canal de Asotín...y sé que volveré a meterme en algún fregado el año que viene. De momento toca esperar al otoño, que está ya a la vuelta de la esquina, cerrando temas en Liébana, Montaña Palentina, y alguna cosilla en el Macizo Oriental. Hay tantos sitios, y tan poco tiempo...
Pueden verse las etapas individuales y sus descripciones en:
ANILLO DE PICOS: Refugio Jou de Los Cabrones - Poncebos (
http://goo.gl/grh4yw )
ANILLO DE PICOS: Refugio Vega de Urriellu - Refugio Jou de Los Cabrones (
http://goo.gl/GE2hN1 )
Adjunto un archivo kmz de esta jornada, editado a partir del gpx original grabado con un Garmin Oregon 550. Un saludo!